Las operaciones de aumento y reducción de pecho se encuentran entre las intervenciones de cirugía estética mamaria más solicitadas por las mujeres. Los métodos estéticos cada vez más sencillos, la reducción del tiempo de recuperación y la minimización de los efectos secundarios han eliminado cualquier motivo para que las mujeres eviten la cirugía estética mamaria.

El aumento de pecho es una auténtica salvación para las mujeres que siempre han tenido baja autoestima debido al tamaño reducido de sus pechos. Gracias al aumento de pecho adecuado al cuerpo, muchas mujeres se sienten más cómodas y felices. La razón por la que se le da tanta importancia al tamaño del pecho es que los pechos son una estructura exclusiva de las mujeres.
La reducción mamaria, por su parte, suele ser necesaria más por motivos de salud que por cuestiones estéticas. Los senos grandes también pueden generar inseguridad en la persona, pero el verdadero problema de los senos grandes es que causan dolor de espalda y cuello, y provocan irritación entre los senos o debajo de ellos. Por lo tanto, es una necesidad médica que las personas que se sienten incómodas con su cuerpo y se quejan de estos problemas se sometan a una operación de reducción mamaria.
Sin embargo, a pesar de que las condiciones han mejorado y se han simplificado, las mujeres siguen teniendo dudas que no tienen ninguna validez médica. Intentemos analizar con una perspectiva correcta estas ideas erróneas que se están extendiendo cada vez más entre la población en relación con las operaciones de aumento y reducción de pecho.

Error 1: Después de una cirugía de aumento de pecho, los senos nunca se caen, siempre se mantienen firmes.

La cirugía estética de mama es un procedimiento estético con resultados permanentes. Es decir, las prótesis de silicona que se colocan en los senos permanecerán con usted durante toda su vida. Cuando se utiliza una prótesis de silicona adecuada, colocada correctamente por un médico cualificado, no se producirán deformaciones en los senos en el futuro.
Sin embargo, si la persona aumenta mucho de peso después de la cirugía o si la prótesis de silicona utilizada no se adapta al cuerpo de la persona y es demasiado grande para que el pecho la acepte, con el tiempo se puede producir una flacidez. Pero si prestas atención a estos puntos, tus senos permanecerán firmes y tonificados durante toda tu vida.

Error 2: Las prótesis de silicona utilizadas para aumentar el tamaño de los senos causan cáncer.

Los implantes de silicona son materiales que se utilizan no solo para el aumento de pecho, sino también para muchos otros procedimientos en el campo de la estética. Están fabricados con materiales que se adaptan al cuerpo. Si elige al médico adecuado, puede estar segura de que se utilizará la mejor calidad de implantes de silicona, ya que hay muchas marcas disponibles. El silicón se coloca sin dañar la estructura natural del pecho y es un material que no tiene efectos cancerígenos. Es inocuo, por lo que incluso las personas que han padecido cáncer de mama y han visto alterada la forma de sus pechos se someten a implantes de silicón.
En las cirugías estéticas de reducción mamaria no se utiliza silicona, pero cabe destacar que, al reducirse el volumen de los senos, disminuye el riesgo de cáncer de mama.

Error 3: La cirugía estética de mama daña los conductos lácteos, por lo que la persona no puede amamantar.

Debido a esta creencia, muchas mujeres se resignan a tener unos pechos con los que no están contentas por miedo a no poder amamantar a su futuro bebé. Sin embargo, la cirugía estética de los pechos no es solo para mujeres que han dado a luz, han amamantado a su hijo y no piensan tener más hijos. Tanto los pechos grandes como los pequeños pueden corregirse en mujeres que tienen la posibilidad de ser madres en el futuro.
En las operaciones de aumento de pecho, la prótesis de silicona se coloca debajo del músculo pectoral. La prótesis de silicona colocada en esta zona no daña los conductos lácteos. La prótesis de silicona, que se coloca debajo de los conductos lácteos, aumenta el tamaño de los senos y, al mismo tiempo, no causa ningún problema a la hora de amamantar al bebé.
En las operaciones de reducción mamaria, no se trata de cortar y eliminar el pecho de un solo golpe. Los médicos actúan con delicadeza y realizan la reducción sin dañar la conexión entre el pezón y el tejido mamario.
Por lo tanto, como puede comprender, no tiene sentido temer no poder amamantar tras una operación de aumento o reducción mamaria.