El rejuvenecimiento del cuello, conocido médicamente como platismoplastia, es un procedimiento cosmético que se centra en el músculo platisma de la zona del cuello. El músculo platisma es una fina capa muscular situada en la zona del cuello y desempeña un papel importante en las expresiones faciales. Con el tiempo, debido al proceso de envejecimiento, este músculo puede perder su firmeza, lo que provoca problemas como flacidez de la piel, arrugas y acumulación de grasa debajo de la mandíbula. Esta situación provoca un aspecto envejecido y menos definido, especialmente en la zona debajo de la mandíbula y el cuello, lo que puede aumentar las preocupaciones estéticas.

El proceso natural de envejecimiento suele provocar la flacidez y la caída de la piel en la zona del cuello. Esta situación puede acentuarse con factores como la pérdida de peso y provocar una caída notable en la zona del cuello. En algunas personas, esta caída forma dos bandas verticales en la parte delantera del cuello, lo que da un aspecto cansado y envejecido.

La cirugía tradicional de estiramiento de cuello es un método ampliamente recomendado para el rejuvenecimiento del cuello, pero no siempre es necesario realizar un procedimiento tan invasivo. En casos en los que la flacidez es menor o solo afecta al músculo platisma, se puede optar por un enfoque más específico. Los procedimientos de rejuvenecimiento del cuello pueden rejuvenecer la zona del cuello sin necesidad de extirpar piel, mediante el tensado del músculo platisma. Este método mínimamente invasivo reduce las arrugas y proporciona al cuello un aspecto más joven y contorneado.

¿Cómo se realiza el proceso?

El procedimiento de rejuvenecimiento del cuello se realiza mediante una pequeña incisión debajo de la mandíbula. A través de esta incisión, el cirujano accede al músculo platisma y lo tensa. En algunos casos, también se extrae el exceso de grasa mediante liposucción para mejorar el contorno del cuello y la línea de la mandíbula. Esta técnica remodela la línea de la mandíbula, elimina el aspecto conocido como «cuello de pavo» y crea un perfil de cuello más suave y joven.

La intervención suele durar una hora y media y puede realizarse con anestesia local o general, dependiendo de la comodidad del paciente y la recomendación del cirujano. Aunque la hinchazón puede tardar entre una y dos semanas en desaparecer por completo, se observan mejoras visibles inmediatamente después de la intervención.

Proceso de recuperación y resultados

El proceso de recuperación tras una cirugía de rejuvenecimiento del cuello suele ser rápido y conlleva molestias mínimas. La mayoría de los pacientes pueden reincorporarse a sus actividades sociales y profesionales en pocos días. Por lo general, basta con tomar analgésicos suaves después de la cirugía y se recomienda aplicar compresas frías durante los primeros días para reducir la hinchazón. Además, mantener la cabeza elevada mientras se duerme ayuda a reducir la hinchazón y a acelerar la recuperación.

Aunque la intervención es relativamente indolora, es importante evitar la actividad física durante al menos un mes después de la operación. Esto permite que el cuerpo se recupere adecuadamente y se obtengan los mejores resultados.

Al tratar la flacidez de la piel y la relajación muscular en la zona del cuello, la cirugía de rejuvenecimiento del cuello puede mejorar considerablemente el aspecto general del cuello y la línea de la mandíbula. Este procedimiento ayuda a los pacientes a conseguir un aspecto más joven y renovado.