Liposucción asistida por vacío (SAL): En la liposucción clásica, la grasa se aspira mediante vacío. – Liposucción asistida por ultrasonidos (UAL): La grasa se fragmenta mediante ultrasonidos y se elimina con ayuda de vacío. – Liposucción asistida por energía (PAL): La grasa se fragmenta y se elimina mediante cánulas especiales móviles. – Liposucción asistida por agua (WAL): La grasa se convierte en una pasta mediante el efecto del agua y se elimina con una cánula. – Liposucción asistida por láser (LAL): La grasa se fragmenta y se elimina mediante energía láser, lo que también reafirma la piel. Su mayor ventaja con respecto a otros métodos es el efecto reafirmante de la piel.
Después de la operación, se coloca una prenda especial para liposucción según el procedimiento realizado. Dependiendo de la magnitud de la operación y del tipo de anestesia aplicada, podrá salir del hospital el mismo día o al día siguiente. Según el procedimiento realizado, podrá volver a su vida laboral normal en un plazo de entre 2 días y 1 semana. Después de la operación no se produce un dolor muy intenso, se le administrarán analgésicos para aliviarlo. En la zona tratada se produce menos hinchazón, moratones, entumecimiento u hormigueo que con otros métodos de liposucción. Estos síntomas desaparecen por sí solos en tres semanas. El tiempo de uso de la prenda de liposucción varía según el procedimiento realizado, siendo menor que en la liposucción normal. . Las entradas de la cánula de liposucción tienen un tamaño de entre 2 y 4 mm y se vuelven imperceptibles en un plazo de 3 meses. A partir de la tercera semana, podrá apreciar mejor el nuevo contorno que la operación le ha proporcionado a su cuerpo. Entre los 6 meses y 1 año, la zona tratada con liposucción adquiere su forma definitiva. La liposucción es una intervención de cirugía estética que, en general, ofrece buenos resultados duraderos y puede mejorar el bienestar psicológico de la persona.