La rinoplastia es una intervención quirúrgica importante que se realiza en la estructura más llamativa del centro del rostro y que tiene como objetivo obtener resultados tanto funcionales como estéticos. Se opta por ella tanto para solucionar problemas respiratorios como para crear una estructura más natural y armoniosa con el rostro. Sin embargo, esta decisión debe meditarse cuidadosamente y respaldarse con un proceso de información adecuado.
¿Por qué la cirugía estética de nariz?
La cirugía estética de la nariz (rinoplastia) no solo se realiza para cambiar la apariencia, sino también para corregir diversas disfunciones. Algunos pacientes acuden a ella debido a deformidades congénitas, traumatismos o problemas respiratorios relacionados con la desviación de la nariz, mientras que otros optan por esta cirugía por motivos estéticos, al considerar que su nariz no está en proporción con el resto del rostro.
En ambos casos, el primer paso para alcanzar el éxito es establecer una comunicación sana y abierta entre el paciente y el cirujano.
Primer paso: Defina claramente sus expectativas.
Antes de comenzar el proceso de cirugía estética de nariz, debe identificar detalladamente los aspectos de su nariz que le molestan. ¿Le molesta la forma de su nariz? ¿Tiene problemas respiratorios? ¿O se trata de ambos casos? Es muy importante que le explique claramente todos estos detalles a su cirujano para garantizar el éxito de la operación.
Durante este proceso, su cirujano evaluará la estructura anatómica actual de su nariz, el grosor de su piel, las proporciones generales de su rostro y sus expectativas para crear el diseño más adecuado para usted. Además, le informará con sinceridad sobre los beneficios y las limitaciones que la operación puede ofrecerle.
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¿Cómo funciona el proceso quirúrgico?
La cirugía estética de nariz se realiza generalmente de forma ambulatoria. La gran mayoría de los pacientes pueden ser dados de alta el mismo día. Durante la operación se aplica anestesia general o local. Con la anestesia general, el paciente queda completamente dormido, mientras que con la anestesia local el paciente permanece despierto, pero no siente ningún dolor porque se le ha adormecido la nariz.
La rinoplastia técnica cerrada es uno de los métodos más utilizados en la actualidad. En esta técnica, las incisiones se realizan en la parte interna de las fosas nasales, por lo que no quedan cicatrices visibles desde el exterior. El cirujano remodela los huesos y cartílagos de la nariz para crear una nariz más armoniosa con el rostro.
Al final de la cirugía, el proceso se completa con suturas reabsorbibles colocadas internamente, férulas de soporte y vendajes aplicados en la parte externa. Durante las primeras semanas pueden aparecer hinchazón y hematomas, pero estos son temporales. La nariz puede tardar entre 1 y 2 años en adquirir su forma definitiva.
¿Es necesario un proceso de recuperación y revisión?
El proceso de recuperación tras una rinoplastia es personalizado para cada persona. Durante las primeras semanas, es muy importante proteger la nariz de golpes, mantener la cabeza elevada y seguir al pie de la letra las recomendaciones del cirujano. No debe faltar a las revisiones periódicas con su cirujano y debe ser paciente durante todo el proceso de recuperación.
Los resultados obtenidos tras una rinoplastia suelen ser satisfactorios para la mayoría de los pacientes. Sin embargo, en raras ocasiones, los pacientes pueden no estar contentos con la nueva forma de su nariz. En tales casos, se plantea la posibilidad de una rinoplastia de revisión. El enfoque más adecuado para las intervenciones de revisión es que las realice el cirujano que llevó a cabo la primera operación. En la mayoría de los casos, se puede obtener el resultado deseado con pequeños retoques.