Uno de los principales factores que contribuyen al envejecimiento de los ojos y el rostro es la pérdida de volumen (grasa) en el rostro y el contorno de ojos. El proceso de envejecimiento afecta visiblemente a los ojos desde el principio, y los ojos hundidos y caídos, la piel flácida del párpado superior, las bolsas u ojeras, o las arrugas alrededor de los ojos, agravan el problema de la pérdida de grasa, causando párpados y cejas caídos. Una analogía sería un globo inflado, como el rostro de una persona sana. Al soltar el aire, el globo se desinfla, formando arrugas y pliegues. Lo mismo ocurre alrededor del rostro y los ojos. A medida que envejecemos, la pérdida de grasa causa arrugas, pliegues, ojos hundidos y caídos, bolsas debajo de los ojos, cejas caídas, etc., haciendo que los ojos y el rostro se vean más débiles, cansados y envejecidos. Además, la calidad de la piel también se deteriora.
Antes de un tratamiento de relleno de párpados, es fundamental analizar a fondo los problemas palpebrales del paciente e identificar con precisión los puntos de inyección. La piel del párpado es la más fina del cuerpo y, por lo tanto, no es tan tolerante como la de otras estructuras cutáneas del rostro. La relación entre la órbita (cuenca ocular) y el párpado también es crucial, ya que puede afectar el contorno palpebral circundante. Para lograr el resultado estético deseado, el relleno de párpados debe inyectarse de manera uniforme y en los puntos correctos. Dado que el contorno de los ojos es una zona de alto riesgo, el procedimiento debe ser realizado por un cirujano cualificado.
Para obtener más información sobre los rellenos de párpados inferiores y superiores, puede concertar una cita con el especialista en cirugía estética, plástica y reconstructiva, Op. Dr. Güncel Öztürk.