La transferencia de grasa nano es un procedimiento en el que se trasplanta grasa extraída de una parte del cuerpo a otra parte del mismo. El procedimiento de trasplante de grasa nano, que se aplica con el fin de recuperar el contorno que se ha ido perdiendo con el tiempo o para moldear la zona, proporciona un cambio de volumen. Se obtienen resultados muy satisfactorios en el rostro, los senos y, especialmente, en las nalgas.
El injerto de grasa tiene una propiedad que también ayuda a la renovación de la piel. Esto se debe a que la grasa injertada es rica en células madre mesenquimales. Las células madre mesenquimales de origen adiposo (AdMSC) tienen una importancia crítica en la regeneración y reparación de los tejidos. El tamaño del injerto y de sus componentes determina si se trata de una vacuna, una micro o una nano grasa. El método de preparación y el efecto del injerto son variables. En la transferencia de nanoaceite, se utilizan cánulas de pulverización fina para obtener un mejor efecto. Para este tratamiento, se procesa un injerto de aceite más refinado dentro del injerto de aceite denominado «nanoaceite». En el ámbito clínico, se utiliza para el tratamiento de las líneas finas denominadas «surcos lacrimales», el contorno de la boca y las líneas finas del rostro, así como para el rejuvenecimiento general de la piel.
Además de obtener resultados muy positivos en los procedimientos de remodelación facial, los resultados son rápidos, incluso casi inmediatos. Aunque puede producirse una ligera sensibilidad en la zona tratada durante unos días, las cánulas romas utilizadas en el procedimiento de injerto de nano grasa evitan la aparición de hematomas. Además, las células grasas aplicadas en la zona tratada también proporcionan un rejuvenecimiento de la piel. Además, la durabilidad del procedimiento de nanoinjerto de grasa es mayor en comparación con otros rellenos dérmicos.