La sudoración a este nivel se considera normal, pero el olor que provoca causa un gran malestar social a las personas. El olor es una situación aún más molesta. Los fluidos secretados por las glándulas sudoríparas suelen ser inodoros, pero cuando entran en contacto con las bacterias que se forman en zonas donde la piel está en contacto, como las axilas, o en zonas de la piel que permanecen cubiertas, provocan un mal olor.
La sudoración excesiva, conocida como hiperhidrosis, y la falta de sudoración, conocida como anhidrosis, pueden ser síntomas de enfermedades más graves. Del mismo modo, la formación excesiva de olores en el cuerpo también puede ser indicio de otro problema de salud.
El sistema de regulación térmica de nuestro cuerpo y las glándulas sudoríparas provocan la sudoración, lo que da lugar al olor del sudor. El sudor ayuda a mantener la temperatura corporal y a hidratar la piel. De este modo, también contribuye a equilibrar los líquidos corporales y los electrolitos, que son sustancias químicas del cuerpo como el calcio y el sodio.
Hay dos tipos de glándulas en nuestra piel: las glándulas ecrinas y las glándulas apocrinas. Las glándulas ecrinas son más numerosas en el cuerpo y se encuentran más cerca de la superficie de la piel. Las glándulas apocrinas, por su parte, se encuentran en el cuero cabelludo, las axilas, la ingle y otras zonas donde hay una mayor densidad de folículos pilosos.
Cuando la temperatura corporal aumenta, estimula las glándulas sudoríparas ecrinas, controladas por el sistema nervioso autónomo, lo que provoca la secreción de líquido en la superficie de la piel. Este líquido, denominado sudor, está compuesto por agua y cloruro de sodio, es decir, sal. También contiene pequeñas cantidades de sustancias auxiliares llamadas electrolitos, que ayudan a equilibrar los líquidos del cuerpo junto con las ureas. Además, las glándulas sudoríparas apocrinas secretan directamente un sudor más graso. Cuando este sudor graso entra en contacto con el oxígeno, produce olor.
Todas las personas sanas sudan. Sin embargo, el momento, las circunstancias y la intensidad del sudor varían según la persona. Podemos enumerar las situaciones que provocan sudoración de la siguiente manera: especialmente cuando se realiza ejercicio intenso, en ambientes cálidos, en situaciones de estrés, nerviosismo y estrés excesivo se suda más.
La sudoración provocada por reacciones emocionales suele aparecer con mayor intensidad en la cara, las axilas, las palmas de las manos y los pies. Las causas del olor del sudor pueden estar relacionadas con nuestro estado emocional, nuestra alimentación, los medicamentos que tomamos, algunas enfermedades e incluso el estado de nuestras hormonas. El olor puede provenir principalmente de las axilas y de los pies, que entran en contacto con el oxígeno después de quitarse los zapatos. Todo esto puede considerarse sudoración normal, pero si sudas en exceso, puede ser síntoma de otras enfermedades.
Entre las afecciones que causan sudoración excesiva, es decir, hipertiroidismo, se pueden mencionar las enfermedades psiquiátricas, la andropausia o la menopausia, la obesidad, la diabetes, las afecciones de las glándulas suprarrenales y diversas infecciones.
La sudoración se puede prevenir durante unas horas utilizando un antitranspirante, desodorante, etc. sin receta médica, pero no proporciona protección durante todo el día. En particular, como la sudoración no se puede detener, no se puede eliminar el aspecto húmedo que provoca un mal aspecto en las axilas.
El sudor se puede reducir utilizando compuestos que bloquean las glándulas sudoríparas, como los antitranspirantes, pero no se puede evitar por completo.
Puedes usar desodorante, pero estos tampoco impiden la sudoración, solo ayudan a neutralizar el olor del sudor.
Para reducir la sudoración y el olor a sudor, podemos tomar algunas medidas por nuestra cuenta. La primera de ellas es ducharse todos los días. Ducharse regularmente y utilizar productos de limpieza antibacterianos ayuda a reducir las bacterias que causan el olor a sudor.
Debe optar por prendas confeccionadas con tejidos especiales que no provoquen sudoración. Las prendas fabricadas con tejidos naturales como el algodón, la lana o el seda, que ayudan a que la piel respire, reducen la sudoración. Cuando realice ejercicio o deporte, debe procurar elegir prendas diseñadas específicamente para estas actividades.
Para combatir el estrés y la ansiedad, puede recurrir a ejercicios de relajación. Puede dedicar más tiempo a las actividades que le gustan y que le ayudarán a combatir el estrés.
Puedes reorganizar tu dieta para evitar la sudoración y el mal olor. Puedes evitar consumir alimentos con aromas naturales como la cebolla y el ajo, así como los alimentos picantes. Una dieta saludable te ayudará a evitar tanto la sudoración excesiva como el mal olor del sudor.
Por último, si busca una solución duradera y sin cirugía para la sudoración, el tratamiento más eficaz es la inyección de bótox. Si tiene problemas de sudoración, puede acudir a un cirujano plástico o a un dermatólogo especialista para que le ayuden.